Delante de la madre a veces nuestro corazón ha quedado roto, necesitado, enfadado, anhelante, reprimido o congelado. Esta situación dificultará inevitablemente otras relaciones posteriores donde la intimidad se ponga en juego.
Dar un espacio y un tiempo para reconstruir y reparar esta relación primera, contribuye a reparar también la relación con el padre.
Regresar a la calma del corazón y a la confianza en la propia vida donde tomar la libertad de Ser y el propio camino.
Encontrar la medida exacta donde poder quererse.
Objetivos:
- expresar, reconectar lo interrumpido,reelaborar y sanar la relación difícil con la madre.
- vivir el vínculo que existe, lo que sí y lo que no.
- encontrar un lugar de libertad y bienestar entre el deseo de independencia y el anhelo de proximidad.
- recomponer fragmentos internos rotos de un@ mism@.
- más allá de la madre personal resituar la imagen interna del arquetipo de la madre y los aspectos relacionados: parte femenina, maternidad/paternidad, ternura, empatía, compasión, calor, cercanía/ lejanía.
- compartir y crecer juntos en el grupo desde el respeto, la paciencia, la tolerancia y la escucha.
Dirigido a hombres y mujeres con el impulso y/o la necesidad de revisar la relación con la propia madre y todo lo que mueve y remueve este lugar.
Fechas: próximamente otoño- invierno 2022, Madrid y Barcelona
Horario: taller de 12h de duración repartido en 2 días.
Trabajo reparador y liberador.
Vivir con un corazón encogido, aunque uno/a se acostumbre, siempre generará dificultades añadidas, inquietud, malestar, que no permitirán encontrar la paz sino es volviendo a encontrar ese camino que quedó interrumpido hacia la madre (o hacia el padre).
Esa herida, que ha veces viene labrándose desde generaciones anteriores, y que siempre se hace presente por mucho que trate de evitarse, sigue dificultando nuestra capacidad de amar y en definitiva de disfrutar de la propia libertad.
Autonomía, diferenciación y liberación.
Encuentro entre el anhelo de Ser y la añoranza de madre.
Algo bello ocurre cuando una persona mira a sus padres reconociendo en ellos la fuente de la vida, aunque esta mirada limpia que atraviesa heridas es una tarea difícil para muchos.
Herramientas: sistémica, arterapia, gestalt, conciencia corporal.
La medida de mi madre
No se si te lo he dicho:
mi madre es pequeña y tiene que ponerse de puntillas para besarme.
Hace años yo me empinaba, supongo, para robarle un beso.
Nos hemos pasado la vida estirándonos y agachándonos
para buscar la medida exacta donde poder querernos. Begoña Abad